¡Despierta plenamente a la vida!
Publicado por jmvicedo el miércoles, 16 de febrero de 2005 a las 1:10 a. m..
Me impactó la historia del escritor Anthony Burgess cuando la leí por primera vez. Cuando tenía cuarenta años le fue diagnosticado un tumor cerebral, y el médico le dijo que moriría antes de que pasase un año (Siempre me ha “maravillado” ese increíble “don” que creen tener algunos médicos para predecir cuando va a morir alguien como si fuesen Dios). Nada más recibir aquel tremendo “mazazo” supo que tenía que hacer algo de manera inmediata. En aquel momento su situación financiera era muy mala, y no tenía nada para dejar a su esposa cuando muriese. Burgess jamás había escrito con anterioridad, pero siempre había creído que tenía el potencial de llegar a ser un buen escritor. Así pues, con la intención de dejar unos ingresos por derechos de autor a su esposa, aquel mismo día colocó una hoja de papel en blanco en su máquina de escribir y comenzó. No tenía ninguna certeza de que aquello sería publicado, pero no era capaz de pensar en ninguna otra manera de dejar algo útil a su esposa.
Aquello sucedió en enero del año 1960, y de acuerdo al dictamen del doctor, expresado en las propias palabra de Burgess, “solo me quedaba un invierno, una primavera y un verano que vivir, y moriría cuando las hojas comenzaran a caer en el otoño”.
A lo largo de los siguientes meses, escribió frenéticamente y consiguió terminar cinco novelas y la mitad de una sexta. Pero al llegar el otoño Anthony Burgess no murió. El cancer que padecía sorprendentemente comenzó a remitir, y posteriormente desapareció. Y en su larga carrera posterior como novelista escribió más de 70 libros. Pero la paradoja es que sin aquella “sentencia de muerte” que le dictó su médico, seguramente no habría escrito ni una sola página.
Siempre me ha llamado la atención esta forma de actuar que tenemos los seres humanos. Nos movemos en una “zona de comodidad” y solo despertamos y sacamos lo mejor que hay en nosotros cuando aparece una tremenda crisis.
No caigamos en esta paradoja. No tenemos porque esperar a que algo trágico o tremendo nos suceda para “despertar” a la vida. Podemos retarnos a comenzar a dar lo mejor que hay en nosotros ahora mismo. ¡Ahora es el momento de darlo todo! Quizás un buen ejercicio para reflexionar es imaginarnos en la misma situación que vivió Anthony Burgess: Si te quedase solo un año de vida, ¿Qué harías diferente en tu vida? ¿A qué dedicarías tu enfoque y energía?
El momento es AHORA. ¡Despierta plenamente a la vida!
© 2005 JOSE MARIA VICEDO
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