Siete ideas para enfocar en positivo.
Publicado por jmvicedo el martes, 18 de julio de 2006 a las 6:59 p. m..
Muchas personas me comentan después de alguna de mis conferencias que una de las cosas que les resulta más complicada es mantener un enfoque de pensamiento positivo. Veamos a continuación siete sencillos procesos que pueden ayudarte a lograrlo:
1.-Reencuadra tus experiencias.
De cualquier clase de experiencia podemos extraer lecciones que nos ayudarán a hacer que nuestra vida mejore. Y muchas de esas lecciones provienen de experiencias negativas que hemos vivido. Acostúmbrate a extraer las lecciones positivas de cada situación. Es la mejor forma de transformar lo doloroso en beneficioso.
2.-Interrumpe tus patrones de pensamiento negativo.
Quienes se mantienen en una dinámica de pensamiento negativo únicamente consiguen multiplicar los efectos de un estado emocional negativo. La clave está en interrumpir esos pensamientos negativos tan pronto como hacen su aparición y sustituirlos por pensamientos positivos, especialmente de experiencias o recuerdos agradables. De este modo utilizas a tu favor el modo natural de funcionamiento de nuestro cerebro: no puede enfocar simultáneamente en algo positivo y negativo.
3.-Establece metas ambiciosas, pero alcanzables.
El estándar de rendimiento adecuado es aquel que requiere que demos lo mejor de nosotros mismos para alcanzarlo, pero que no queda demasiado lejano como para desanimarnos porque tenemos la certeza de que no lo lograremos. Quines se plantean objetivos concretos que saben que están dentro de su capacidad están cimentando una poderosa motivación y energía. Nada motiva más que el logro de objetivos en los que lo hemos dado todo.
4.-Trátate bien.
Muchas personas tienden a “fustigarse” en exceso. Se culpan constantemente cuando algo no sale bien, y generalmente olvidan recompensarse y valorar aquellas cosas que han realizado bien. Define aquellas cosas que más aprecias en la vida, y que te hacen sentirte bien, e incorpóralas tanto como te sea posible a tu vida. Pueden ser cosas tan sencillas como tomar algo de tiempo para leer un buen libro, tomar un refresco con los amigos, dar un paseo, escuchar algo de música,... El reforzamiento positivo funciona. Alimenta tus estados emocionales con el efecto que produce el simple hecho de incorporar aquellas cosas que realmente disfrutas a tu día a día.
5.-Haz balance de lo positivo.
Aunque es cierto que tendemos a fijar más la atención sobre las cosas negativas que nos han sucedido a lo largo del día , un buen ejercicio a realizar al finalizar nuestra jornada es hacer un balance de todo lo positivo que hemos vivido. De este modo, terminaremos el día en una dinámica de enfoque en lo positivo. Una dinámica de gratitud y optimismo, que influirá sobre nuestro estado emocional al día siguiente.
6.-Toma conciencia de que todo puede ser aún peor.
El simple hecho de tomar conciencia de que todo lo negativo que nos sucede podría ser todavía mucho peor es un simple truco para ver siempre cada situación desde la perspectiva adecuada. Lo que a cualquiera de nosotros puede parecernos algo tremendo seguro que es una situación que desearía tener otra persona que se encuentra en una situación muchísimo peor.
7.-Utiliza la magia de la sonrisa.
Existe algo increíblemente poderoso en el simple hecho de sonreír. La sonrisa tiene efectos increíbles en el estado emocional de quien la ofrece y de quien la recibe. Sobre todo en los momentos difíciles. Aquellos que son capaces de esbozar una sonrisa incluso en los momentos difíciles, han dado el paso definitivo para convertirse en auténticos pensadores positivos. Ni siquiera la adversidad es capaz de derrotar su actitud positiva ante la vida. No hay nada más poderoso que reírse de la adversidad.
© 2006 JOSE MARIA VICEDO
WWW.CLUBSUPERACION.COM
1.-Reencuadra tus experiencias.
De cualquier clase de experiencia podemos extraer lecciones que nos ayudarán a hacer que nuestra vida mejore. Y muchas de esas lecciones provienen de experiencias negativas que hemos vivido. Acostúmbrate a extraer las lecciones positivas de cada situación. Es la mejor forma de transformar lo doloroso en beneficioso.
2.-Interrumpe tus patrones de pensamiento negativo.
Quienes se mantienen en una dinámica de pensamiento negativo únicamente consiguen multiplicar los efectos de un estado emocional negativo. La clave está en interrumpir esos pensamientos negativos tan pronto como hacen su aparición y sustituirlos por pensamientos positivos, especialmente de experiencias o recuerdos agradables. De este modo utilizas a tu favor el modo natural de funcionamiento de nuestro cerebro: no puede enfocar simultáneamente en algo positivo y negativo.
3.-Establece metas ambiciosas, pero alcanzables.
El estándar de rendimiento adecuado es aquel que requiere que demos lo mejor de nosotros mismos para alcanzarlo, pero que no queda demasiado lejano como para desanimarnos porque tenemos la certeza de que no lo lograremos. Quines se plantean objetivos concretos que saben que están dentro de su capacidad están cimentando una poderosa motivación y energía. Nada motiva más que el logro de objetivos en los que lo hemos dado todo.
4.-Trátate bien.
Muchas personas tienden a “fustigarse” en exceso. Se culpan constantemente cuando algo no sale bien, y generalmente olvidan recompensarse y valorar aquellas cosas que han realizado bien. Define aquellas cosas que más aprecias en la vida, y que te hacen sentirte bien, e incorpóralas tanto como te sea posible a tu vida. Pueden ser cosas tan sencillas como tomar algo de tiempo para leer un buen libro, tomar un refresco con los amigos, dar un paseo, escuchar algo de música,... El reforzamiento positivo funciona. Alimenta tus estados emocionales con el efecto que produce el simple hecho de incorporar aquellas cosas que realmente disfrutas a tu día a día.
5.-Haz balance de lo positivo.
Aunque es cierto que tendemos a fijar más la atención sobre las cosas negativas que nos han sucedido a lo largo del día , un buen ejercicio a realizar al finalizar nuestra jornada es hacer un balance de todo lo positivo que hemos vivido. De este modo, terminaremos el día en una dinámica de enfoque en lo positivo. Una dinámica de gratitud y optimismo, que influirá sobre nuestro estado emocional al día siguiente.
6.-Toma conciencia de que todo puede ser aún peor.
El simple hecho de tomar conciencia de que todo lo negativo que nos sucede podría ser todavía mucho peor es un simple truco para ver siempre cada situación desde la perspectiva adecuada. Lo que a cualquiera de nosotros puede parecernos algo tremendo seguro que es una situación que desearía tener otra persona que se encuentra en una situación muchísimo peor.
7.-Utiliza la magia de la sonrisa.
Existe algo increíblemente poderoso en el simple hecho de sonreír. La sonrisa tiene efectos increíbles en el estado emocional de quien la ofrece y de quien la recibe. Sobre todo en los momentos difíciles. Aquellos que son capaces de esbozar una sonrisa incluso en los momentos difíciles, han dado el paso definitivo para convertirse en auténticos pensadores positivos. Ni siquiera la adversidad es capaz de derrotar su actitud positiva ante la vida. No hay nada más poderoso que reírse de la adversidad.
© 2006 JOSE MARIA VICEDO
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