¡Divide y vencerás!
Publicado por jmvicedo el miércoles, 16 de noviembre de 2005 a las 10:07 a. m..
El mayor obstáculo que muchas personas encuentran a la hora de avanzar hacia sus sueños y objetivos, es el sentirse desbordados por la magnitud de la tarea. En ocasiones se ve tan lejana la consecución de esos logros, que se llega a caer presa de la indecisión, y como consecuencia, de la falta de acción.
Sin embargo, las personas que consiguen grandes resultados han sabido desarrollar una habilidad fundamental. Saben desglosar sus grandes objetivos en una serie de objetivos más manejables e inmediatos. Dividen el gran objetivo en metas a corto plazo, y es allí donde focalizan su atención y acción. Rompen esas grandes tareas en tareas que son claramente manejables, y eso les permite por un lado tener una sensación de avance y logro, y por otra parte evitar la terrible sensación de sentirse abrumados. Es como la famosa historia sobre como comerse un elefante. Solo puedes hacerlo un bocado detrás de otro. Y esa es la labor fundamental: desmenuzar todo gran objetivo en esos “bocados” manejables que seremos capaces de masticar.
Así pues. Divide tus objetivos en metas a corto plazo. Y a continuación, establece la lista de tareas necesarias para lograr esas pequeñas metas. Por último, solo te restará ordenar por importancia y prioridad esas tareas para comenzar a tomar acción con garantías de éxito.
¡Divide, y vencerás!
© 2005 JOSE MARIA VICEDO
WWW.CLUBSUPERACION.COM
Sin embargo, las personas que consiguen grandes resultados han sabido desarrollar una habilidad fundamental. Saben desglosar sus grandes objetivos en una serie de objetivos más manejables e inmediatos. Dividen el gran objetivo en metas a corto plazo, y es allí donde focalizan su atención y acción. Rompen esas grandes tareas en tareas que son claramente manejables, y eso les permite por un lado tener una sensación de avance y logro, y por otra parte evitar la terrible sensación de sentirse abrumados. Es como la famosa historia sobre como comerse un elefante. Solo puedes hacerlo un bocado detrás de otro. Y esa es la labor fundamental: desmenuzar todo gran objetivo en esos “bocados” manejables que seremos capaces de masticar.
Así pues. Divide tus objetivos en metas a corto plazo. Y a continuación, establece la lista de tareas necesarias para lograr esas pequeñas metas. Por último, solo te restará ordenar por importancia y prioridad esas tareas para comenzar a tomar acción con garantías de éxito.
¡Divide, y vencerás!
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