La característica esencial de los grandes realizadores.
Publicado por jmvicedo el jueves, 4 de noviembre de 2004 a las 4:48 p. m..
Somos congruentes cuando pensamos, decimos y hacemos lo mismo. Cuando existe sintonía entre nuestro lenguaje verbal y no verbal. Muchas personas dicen una cosa, piensan otra y acaban haciendo otra distinta. La incongruencia lleva a estados emocionales negativos como la depresión, las malas relaciones y la apatía. La falta de congruencia malgasta su energía. Sin embargo la congruencia es poder. Las personas congruentes inspiran confianza. Son personas en las que nos gusta confiar porque transmiten confianza, veracidad y compromiso. Son personas que gozan de estados emocionales plenos y positivos porque saben que están actuando de la manera correcta; de acuerdo a su conciencia.
La incongruencia es lo que destruye los sueños de las personas. Cuando una persona no es congruente su poder personal desaparece. Son personas que saben que deberían estar haciendo las cosas de otra manera pero continúan haciendo las cosas del mismo modo. Como ejemplo típico tenemos el de la persona que sabe que determinados alimentos que está tomando están minando su salud, pero se mantiene aferrado a ellos. O la persona que sabe que el tabaco le acerca cada día un poco más a su muerte y a pesar de ello continúa fumando. O la persona que te dice que te aprecia, pero con su tono, sus expresiones faciales y su mirada te está diciendo algo muy diferente. La incongruencia suele venir de la mano de la comodidad. Todos sabemos que deberíamos estar tomando determinadas acciones o produciendo determinados cambios; pero a pesar de pensarlo jamás nos ponemos en marcha para tomar las acciones necesarias porque nos resulta más cómodo quedarnos como estamos que dar los pasos necesarios y simplemente hacerlo.
Comienza a actuar a partir de este mismo instante con congruencia absoluta. Actúa como sabes en tu interior que debes hacerlo para alcanzar los resultados que deseas de la vida. Haz que entren en sintonía tu pensamiento, tus actos y tus palabras. Uno se libera de muchas tensiones cuando comienza a ser congruente. En ese mismo instante se deja de librar una batalla en el interior y esa energía que antes se desperdiciaba en esa lucha, se puede dedicar ahora a construir una vida exitosa y un carácter de ganador. Ahora mismo es el mejor momento para comenzar a ser congruente de verdad. Es cuestión de una simple decisión por tu parte. Toma de una vez por todas esa decisión y haz de la congruencia parte de tu identidad.
La incongruencia es lo que destruye los sueños de las personas. Cuando una persona no es congruente su poder personal desaparece. Son personas que saben que deberían estar haciendo las cosas de otra manera pero continúan haciendo las cosas del mismo modo. Como ejemplo típico tenemos el de la persona que sabe que determinados alimentos que está tomando están minando su salud, pero se mantiene aferrado a ellos. O la persona que sabe que el tabaco le acerca cada día un poco más a su muerte y a pesar de ello continúa fumando. O la persona que te dice que te aprecia, pero con su tono, sus expresiones faciales y su mirada te está diciendo algo muy diferente. La incongruencia suele venir de la mano de la comodidad. Todos sabemos que deberíamos estar tomando determinadas acciones o produciendo determinados cambios; pero a pesar de pensarlo jamás nos ponemos en marcha para tomar las acciones necesarias porque nos resulta más cómodo quedarnos como estamos que dar los pasos necesarios y simplemente hacerlo.
Comienza a actuar a partir de este mismo instante con congruencia absoluta. Actúa como sabes en tu interior que debes hacerlo para alcanzar los resultados que deseas de la vida. Haz que entren en sintonía tu pensamiento, tus actos y tus palabras. Uno se libera de muchas tensiones cuando comienza a ser congruente. En ese mismo instante se deja de librar una batalla en el interior y esa energía que antes se desperdiciaba en esa lucha, se puede dedicar ahora a construir una vida exitosa y un carácter de ganador. Ahora mismo es el mejor momento para comenzar a ser congruente de verdad. Es cuestión de una simple decisión por tu parte. Toma de una vez por todas esa decisión y haz de la congruencia parte de tu identidad.