El ingrediente que a pocos les gusta.
Publicado por jmvicedo el lunes, 25 de junio de 2007 a las 10:49 a. m..
Me hace gracia la historia del muchacho que en cierta ocasión mientras paseaba por un parque se encontró con una de las personas de más éxito de su país. Viendo que aquello suponía una tremenda oportunidad de aprender, se acercó y le preguntó:
-“Señor, admiro profundamente su trayectoria y sus resultados. ¿Podría decirme cuál es la principal razón de su gran éxito”.
El señor amablemente le respondió: -“Sin lugar a dudas muchacho, la razón de mi éxito es el trabajo duro."
Desencantado, el muchacho lanzó de inmediato una segunda pregunta: -“¿Y la segunda razón?”...
Realmente nos produce una sonrisa pensar en la búsqueda del “camino rápido” por parte del muchacho para conseguir grandes resultados. Pero es algo que les sucede a millones de personas. No quieren ver la realidad. Conseguir grandes resultados supone poner todo nuestro potencial en juego. Supone generalmente montones de trabajo duro.
Así pues, hay que formularse la que yo creo que es la pregunta clave:
¿Estoy dispuesto a pagar el precio necesario para lograr la clase de resultados que deseo?
Solo alcanzarás esos resultados si tu respuesta a esta pregunta es un rotundo SI. Un si que denote un compromiso pleno y firme con aquello que más valoras y deseas.
© 2007 JOSE MARIA VICEDO
WWW.CLUBSUPERACION.COM
-“Señor, admiro profundamente su trayectoria y sus resultados. ¿Podría decirme cuál es la principal razón de su gran éxito”.
El señor amablemente le respondió: -“Sin lugar a dudas muchacho, la razón de mi éxito es el trabajo duro."
Desencantado, el muchacho lanzó de inmediato una segunda pregunta: -“¿Y la segunda razón?”...
Realmente nos produce una sonrisa pensar en la búsqueda del “camino rápido” por parte del muchacho para conseguir grandes resultados. Pero es algo que les sucede a millones de personas. No quieren ver la realidad. Conseguir grandes resultados supone poner todo nuestro potencial en juego. Supone generalmente montones de trabajo duro.
Así pues, hay que formularse la que yo creo que es la pregunta clave:
¿Estoy dispuesto a pagar el precio necesario para lograr la clase de resultados que deseo?
Solo alcanzarás esos resultados si tu respuesta a esta pregunta es un rotundo SI. Un si que denote un compromiso pleno y firme con aquello que más valoras y deseas.
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