Creemos una epidemia de entusiasmo.
Publicado por jmvicedo el jueves, 9 de diciembre de 2004 a las 4:58 p. m.."Nada grande se hizo nunca sin entusiasmo."
-Ralph Waldo Emerson
-Ralph Waldo Emerson
Como Ralph Waldo Emerson solía decir: “Nada grande se hizo nunca sin entusiasmo”. Todos hemos escuchado en alguna ocasión el comentario “Hoy me he levantado con el pie izquierdo”. Las personas que lo utilizan quieren significar que el día empezó mal y que está continuando dentro de la misma tónica. El ser humano tiende a mantener la inercia en su vida. Por ello, resulta capital que aprendamos a crear una inercia positiva y que creemos el hábito de iniciar cada uno de nuestros días llenos de entusiasmo por vivir.
Muchas personas condicionan su estado de ánimo diario al tiempo que hace, al tráfico que se encuentran de camino al trabajo, a si ganó o perdió su equipo favorito, a si su esposa o esposo les ha gritado y a un sin fin de circunstancias que desde luego escapan de su control. Esa siempre es la salida cómoda del perdedor. Se enfoca en buscar y encontrar excusas por todas partes en lugar de enfocarse en lo único que realmente puede llegar a controlar: su propia actitud. Independientemente de todo lo que suceda a tu alrededor sólo tu determinas el modo en que te vas a sentir interpretando de una u otra manera todo aquello que te sucede. El ganador no permite que sus circunstancias determinen su actitud; sino que se enfoca en mejorar la actitud para acabar modificando las circunstancias.
Todos los grandes triunfadores, poseen un entusiasmo ante la vida de tal magnitud que lo contagian irremediablemente a su alrededor. Sienten tanto interés por todo lo que continuamente crean, aprenden y desarrollan, que literalmente es como si estuviesen consumidos por una gran fuerza que les impulsa a tomar acciones poderosas en cada instante. Plantéate el reto de inundar tu vida de entusiasmo. Empieza a actuar con entusiasmo, y terminarás generando entusiasmo. Y lo que es más importante, comenzarás a generar un impacto positivo en todos aquellos que entren en contacto contigo.
¡Es tan sencillo como proponérselo!